La Curación - Miguel Córdoba: El fantasma de Canterville del Clive Baker español

La sangre borbotea y se acoda tras las alcantarillas, en un baile sinuoso y despiadado en el que placer y dolor se fusionan en un punto, y convocan a los ángeles y a los ebúrneos fantasmas. ¿Acaso Dios es un suicida? ¿Acaso lo es el alma? ...
Vorágine de ideas en donde asistimos a una particular visión de la obra de Wilde El fantasma de Canterville, reestructurada por el mismísimo Clive Baker...
Os presentamos la obra La Curación de Miguel Córdoba -el Clive Baker patrio-.
Abrid vuestras mentes a los delirios de esta obra trepidante.
¿Os atrevéis?...

Lo primero que llama la atención de este volumen es su insólita portada, que refleja claramente esa visión surrealista que se mantiene constante y que es un signo definitorio del estilo de Córdoba (escritor alemán afincado en España). Con ella, nos conduce por multiformes y disonantes concepciones de realidades yuxtapuestas, utilizando técnicas y estilos contradictorios entre sí. Pero estas "armas de seducción" no le resultan nuevas pues, ya han sido utilizadas en obras como La Cuerda (Finalista en el Concurso Internacional de Cuento Fantástico Terra Ignota) o en sus dos novelas anteriores - también publicadas con Ediciones El Transbordador- Ciudad de Heridas y Los tres abismos de Damián Mustieles.

Y tras la portada, su prólogo, escrito por el gran escritor gallego Darío Vilas (El hombre que nunca sacrificaba a las gallinas viejas, Cazador de Ratas) que, sabiamente advierte al lector del pandemoniun neuronal en el que, y con la lectura, va indeleblemente a sumergirse.

La historia se inicia con la capacidad mental de desarrollar tulpas: plasmar nuestros pensamientos e ideas en otra realidad y conseguir así que ésta se materialice. Pero, esta "materialización" se torna perversa, se reviste de macabra... Este hecho es un eje principal de la trama, que cabrioleará en torno a una niña, Magie, dotada con un don muy especial: ve fantasmas y visualiza diversos matices de un tiempo futuro. Sin embargo, la crueldad se cebará con ella y los suyos por lo que, su crecimiento y evolución psico-física se va a ir adaptando a medida que evolucione por las diferentes fases de maduración personal: desde la infancia, pasando por la adolescencia, hasta la etapa adulta (Córdoba sabe llevarnos muy bien de la mano).

Otra de las arterias principales de la obra es la existencia de Dios. Sin embargo, Córdoba reformula las cuestiones teológicas replanteando la concepción divina en el hálito de una niña (con todo lo que supondría si la existencia "material de Dios" se viese cercenada por la autodestrucción.) Y aunque esta subtrama resulte inconexa en un principio, su autor sabrá conectarla al final de la obra de manera absolutamente magistral.Y lo más llamativo en sí, es ver cómo el autor introduce el terror más "bakeriano" dentro de una cotidianidad pasmosa y aplastante: Magie tiene familia, amigos, una relación amorosa..., pero, el horror está ahí y la llama en base a: visiones perturbadoras, fenómenos de índole "postergeist" o entidades fantasmagóricas que viven en los electrodomésticos, árboles parlantes... Todo ello nos aporta ese toque de perversidad, gore y sensualidad erótica en la que se introduce un surrealismo pleno en medio de una realidad cansina y existencialmente monótona.

Ilustración de Ashley Wood

La acción es trepidante y mantiene en vilo al lector hasta que, en la etapa universitaria de Magie, se produce una aliteración de secuencias, de sentimientos..., que ralentizan la lectura y pueden llegar a cansarnos un poco.

Coches de segunda mano en donde dormir, hormigas gigantes que indican el camino que hemos de tomar, oportunidades que pasan de largo, momentos que se pierden para siempre... La Curación es una historia indispensable que emociona. Una obra que oscila entre la perversidad de su mundo mágico y la vulnerabilidad absoluta de la vida.
Reafirmándonos: “El fantasma de Canterville” escrito por el Clive Baker de España.