Durmientes - Juan A. Oliva: Insólitos mundos que conecta el Sueño

Ilustración de Lina Sidorova

Nos sumergimos en una obra épica, en un trabajo de extraordinaria calidad global en el que, y a velocidad luciferina, su ejecutor/autor imprime al texto, drama y cataclismo, romance acompasado y, un grandioso y ricamente texturado viaje del héroe, en el que criaturas mitológicas, “híbridos” y humanos se fusionan dentro de una realidad ucrónica desleída. Internaos con nosotros en Durmientes, ópera prima del autor Juan A. Oliva Ostos y publicada por Dilatando Mentes Editorial. Adentraos por entre sus mundos (luces y sombras del pasado, brumas de un neo-futuro) y, ¡cabalguemos!… 

[…] Kühlende Labung / gab mir der Quell, / des Müden Last / machte er leicht: / erfrischt ist / der Mut, […] 

-Valquiria-Richard Wagner 

¡Que las Valkirias nos trasporten a la Gloria! O… a la Muerte. 

El primer encuentro con Durmientes nos muestra una obra que se sustenta en una pilastra de ucronía distópica (The Man in the High Castle, 1962-Philip K. Dick), en el que el destino del mundo ha mutado con la victoria alemana tras la II Guerra Mundial. 

Setenta años después de la Victoria (la obra comienza un 20 de abril del 2012), el planeta se encuentra sometido bajo el yugo de un totalitarismo absoluto que emana —hasta nuestros días— desde que, en 1933, Adolf Hitler fuera nombrado canciller alemán. Así, su autor refleja (con increíble precisión) una historia plausible, en la que la inmersión, a pleno pulmón, por sobre los principios neurálgicos de un victorioso Tercer Reich (propagandismo escenográfico —mítines masivos, ingentes macro-estructuras artísticas, estandartes simbólicos de poder y grandeza—, adoctrinamiento político, alabanza del arianismo y culto absoluto a la figura del “Hombre Providencial” o Führer) constituyen la empalizada de una obra que, de manera sorpresiva, se transformará en género ficticio y fantástico, retrotrayéndonos a los venturosos años 60/70, en los que la literatura especulativa experimentaría un auge imponderable con autores de la talla de Robert Heinlein, Ray Bradbury o el propio Dick. 

Y es que, partiendo del incontestable hecho de que en la ideología nazi el contenido esotérico /religioso era una constante ideológica (tal que así, ya lo exponía Hitler en su libro Mi lucha), la exposición del “Dios acorde a la raza” nos entronca con el vasallaje militarista de preservación de una identidad moral y cultural, con la que el autor nos sumerge de lleno en la increíble mitología nórdica (Dioses, Bestias, Vanirs o Valquirias), que constituyen parte del dualismo espacial que presenta Juan A. Oliva. 

Por un lado, un mundo paralelo e idílico al nuestro: Odinthal, en el que se encuentra el archipiélago de Eden; islas ricas en una sustancia mineral insólita y sumamente poderosa, el diamantanio (necesario para el engrandecimiento del Reich, imprescindible para blindar al Imperio contra enemigos); regido por Los Águilas, pueblo guerrero y fuerte, en el que se nos presenta a la co-protagonista, Malva (prototipo de Valkiria por excelencia); y por el otro, en Neuwerk, la capital del mundo —Germania— hallamos a Martin, híbrido nacido del amoroso cruce de los mundos; capitán de los Durmientes (clones genéticos de Martin); “proyectos” con los que el Reich —y a través de exhaustivas e increíbles descripciones— pretende llegar a Odinthal para hacerse con el control del diamantanio y elaborar así un arma de destrucción masiva: el Martillo de Thor.

Arte promocional de la serie The man in the high castle, basada en la obra de Philip K. Dick

Innegable es la maestría del autor en la exposición del argumento pues, consigue combinar las novedosas teorías cuánticas (en cuanto a la aceleración de partículas se refiere), con una realidad más que probable… más que posible, al generar el tan ansiado “funicular” que, desde La máquina del Tiempo de H. G Wells, hasta el film Interestelar (basado en la obra de Carl Sagan), se ha convertido en un hito artístico-literario con el que hacer posible la consecución de los viajes inter-espaciales o inter-dimensionales. 

Y junto a los protagonistas, un desfile de personajes “fuertes”, de personalidades marcadas, resaltadas a cada momento gracias a las inmersiones psicológicas que los someten a cambios, a evoluciones existenciales que los tornan profundos y nada lineales, que los hacen afines al lector —el autor nos invita a decantarnos por unos u otros—…, pasando de la tragedia a la calma, del más profundo odio al encomiable y depurado estoicismo (advenido del amor). Porque, pese a que el autor nos “ofrece de todo” en esta novela (heroísmo, belicismo, fantasía y ciencia ficción a raudales), la trama no deja de tejerse a partir de un binomio sentimental. 

Estilísticamente Juan A. Oliva se decanta por la sobriedad gramatical: frases simples, pocas subordinadas, y un lenguaje grave y claro con el que consigue orientar nuestra atención en aspectos concretos, situaciones acertadas y ubicaciones precisas (nada alegórico e inespecífico), que emularía al estilo de otro alemán adscrito al Régimen: Hanns Heins Ewers.

Ilustración realizada por Dylan Kowalski


Contextualizando un apunte negativo, nos decantaríamos por el hecho de que — a veces — las acciones se ejecutan o suceden de forma previsible; es decir, se aprecia el subjetivismo del autor por encima de todo (escenarios, personajes…) lo que nos lleva a adelantarnos al evidente desenlace argumental: el traidor paga el peaje con su vida, el ardor y desenfreno psicótico se expía con locura… Igualmente, apuntar que la acción —hacia el final de la novela— se precipita; es decir, parece que la delectación descriptiva con la que anteriormente el autor se recreaba, se vuelve acelerada y poco concreta, difusa… 
No obstante, la obra computa como una maravillosa hibridación especulativa que nos abduce —a través de sus bellas imágenes— hacía una fantasía pura y hacia una ciencia ficción hard, sin ser conscientes más que de el hecho de que estamos ante una novela de corte histórico alternativo (¡tal es la maestría de su autor, tal es su grandeza narrativa!). 

Por lo que respecta a su maquetación, Durmientes se presenta en maquetación de lujo, con elegantes y “escultóricos” grabados (blanco / negro) que enmarcan a los lectores en el contexto espacio-geográfico. Dibujos en los márgenes (rúbricas simbólicas), imágenes arquitectónicas o maquetas de los edificios que gestaban —o engrosarían— la grandeza de un Imperio, cuya historia no fue, mas, pudo haber sido. Edición elegante y clásica, sobria, aunque preciosista, muy al estilo de lo que la editorial Dilatando Mentes nos tiene acostumbrados. Presentación de David Luna (Laberinto Tenem, Éxodo o Cómo salvar a la reina) y postfacio de Jaume Valor (La República Pneumática) ambientan una obra de cuatrocientas hojas, henchidas con una literatura adictiva en la que encontraremos de todo y para todos los gustos temáticos. 

Durmientes es una magnífica e increíble hibridación literaria en la que su autor evoca, para nosotr@s, un mundo alternativo; un mundo de ciencia ficción y fantasía, en donde el romanticismo (en base a imágenes y argumento) supone un canto de remisión al alma humana. Obra que, para los amantes de lo especulativo, se hace imprescindible. 


Durmientes
(Dreamers)
  • Autor: Juan A. Oliva Ostos
  • Editorial: Dilatando Mentes
  • Prólogo: David Luna
  • Colección: Línea General
  • Fecha de publicación: 2019
  • Precio: 18,95 € (papel) 
  • Páginas: 410
  • Formato: Rústica con solapas
  • ISBN: 978-84-949113-6-1

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