La cámara sangrienta - Angela Carter

¿Te atreves a abrir La cámara sangrienta? Es posible que reconozcas a sus personajes, tus personajes de cuento; aquellos con los que te dormías y soñabas siendo un infante: Barbazul, Caperucita roja, el Gato con Botas..., ¿qué tal Blancanieves?; pero, te podemos asegurar que los afamados "Cuentos de Hadas para Niños" ¡no lo son!; has sufrido un vil engaño, no son como te los han contado... Olvida las versiones descafeinadas y retorna a los orígenes; los orígenes de estos relatos: casual divertimento para adultos..., mas, presta mucha atención y, ¡ten cuidado! pues, las reglas han cambiado y nadie es quien aparenta.
¿Nos adentramos en La cámara sangrienta?

La obra fue publicada en 1979 por vez primera, y reeditada en el 2014. En la actualidad, Sexto Piso vuelve a ofrecernos esta joya única de la escritora Ángela Carter, una de las figuras más importantes de la literatura británica del último tercio del siglo XX. En La cámara sangrienta, la autora reúne diez relatos en los que se homenajea a los cuentos tradicionales, utilizando una muy bien llevada prosa abarrocada y sensual-cargada con tintes de ironía-, consiguiendo recrear un entorno decadente y cadavérico, ominosamente tétrico.

Las dulces damiselas se adentran en los bosques sombríos, en los castillos "izados" al viento sobre escarpados promontorios rocosos..., pero, en estas historias, las féminas no reprimen sus instintos, no enmascaran sus ansias más profundas... ¡las sacian sin remordimientos! Porque, en las versiones que hace Ángela Carter de estos cuentos, las protagonistas ya no se someten a la violencia sexual masculina, sino que, son ellas las que acuden por voluntad propia a los brazos del rey de los trasgos, del lobo o de la bestia. Los personajes y tramas de los cuentos de hadas son los elementos elegidos para pervertir las relaciones de poder establecidas-muchas veces romantizadas-, entre hombre y mujer; además, la autora irrumpe con fiereza en aspectos inmorales-¡terribles!, incluso-que puede deparar el matrimonio y el sexo, y que nunca te cuentan.

Las bellas ilustraciones de Alejandra Acosta, en blanco y negro con toques magenta, reflejan ese escenario barroco-casi rococó-de brocados, telas y lechos adoselados que la escritora recrea en sus descripciones: blanco, como el de la omnipresente nieve, transmitiendo un frío helador; negro, como el de los más oscuros recovecos de la psique de los personajes, que no refrenan sus instintos; rojo, como el de la sangre de la virginidad perdida, o de la muerte provocada, que sigue calientemente bramando sobre el lecho...

La cámara sangrienta supone un retorno a los orígenes; a la desposesión de máscaras y capas de maquillaje que embadurnaban a los pérfidos y perentorios personajes-que ahora ofrecen infinitas posibilidades, al situarse en la misma plataforma moral-; mas, lo fundamental, es dejarse guiar por la prosa etérea y exquisita de la autora, que reescribe los Cuentos de Hadas demostrándonos, que, en ellos, el "Amor" es sólo el precio de la carne.

Estos cuentos crueles serán una exquisited para aquellos que gustan de la literatura gótica; también para los que se recrean con textos originales de Charles Perrault o Jeanne Marie Leprince de Beaumont. Carter da una vuelta de tuerca, ¡increíble!

Valoración: 10/10