Las semillas que dejamos - Lorena Gil Rey: Ecos silentes de un mundo distópico

John Martin, Satán presidiendo el Concilio Infernal, 1824

El mundo es árido, y se colapsa y se degrada hasta el punto de que el hombre, una de tantas especies en peligro de extinción, tan sólo alberga esperanzas de futuro con la aportación genética que algunas mujeres contienen en sus cadenetas cromosómicas.  Pero, ¿sería de justicia permitir que esta especie cruel e invasiva continuase perpetuando su avaricioso y corrupto poder sobre la Tierra?
Esta es la premisa planteada en el volumen Las semillas que dejamos, obra que inicia una trilogía gestada por Lorena Gil Rey, y editada por Wave Books Editorial, que expande "el itinerario Wave" versado en ciencia ficción.
Comencemos nuestra andadura por entre unas páginas henchidas de feminidad, salvas al individualismo libertario y a la defensa de un vilipendiado medio ambiente.
¿Os sumáis a la aventura?

Estamos asistiendo -en los últimos años- a una "ciencia ficción deprimida". ¡Sí!, una ciencia ficción grisácea que se aleja de la visión utópica y de aventuras del "camino del héroe", (en donde prevalece el deseo humano de expansión universal y de propalación a través de las galaxias).  Ahora, las distopías o antiutopías reinan por sobre el halo de la ciencia ficción que se consume.  Una scifi oscura y demacrada, con un espíritu yermo, que trata de representar el caos social y la quiebra de las pilastras de nuestra civilización, la anarquía del mundo y el colapso de los recursos. Todo ello, agigantado con los problemas medioambientales -pese a comenzar a estar en boga la corriente más "naturalista" o hopepunk, enmarcada en un futuro no tan lejano-. Sin embargo,  obras como El cuento de la criada (Margaret Atwood), o Un mundo feliz (Aldous Huxley) o 1984 (George Orwell), se han transformado en clásicos y relevantes modelos a la hora de gestar tramas argumentativas de scifi muy, muy al gusto del lector contemporáneo.

En ésta -la última novela de Lorena Gil Rey-, asistimos a un mundo distópico, afectado por las radiaciones solares. Una tierra desolada, en donde la civilización se muere. Pero, aún prevalece la esperanza, gracias al hallazgo de un determinado y singular gen encontrado en el material bio-genético de mujeres en edad avanzada.  Y he aquí en donde la crueldad se acelera y se curva y se solapa sobre la individualidad y el sentimiento empático: son tratadas como meras vasijas de cría, meros recipientes adaptados para la propagación de una colectividad frente a la idiosincracia de lo único. Y son utilizadas, por las clases altas o pudientes -tal cual sucede en la novela de Atwood- como simples vientres que se alquilan para eternizar un linaje.

Gil Rey juega con dos pilastras fundamentales:
1) la clara división de los exiguos resquicios humanos con, por un lado, una célula ejecutora y organizadora, materializada en un "Estado fantasma", y una serie de sub-células de población rudimentaria, con condiciones execrables de existencia y pocos o ningún avance técnico.
 2) el dilema ético-socio-cultural -tan en boga- de las "longevas": mujeres penetradas artificialmente sin ser siquiera conscientes -maquinaria orgánica que se usa y se tira- con el fin de experimentar y generar una nueva generación más preparada, fisiológica y psicológicamente.

En todo este compendio argumental, se entrelazan -gracias a una radio analógica- los mundos opuestos explicitados en la trama: el  de los privilegiados y el de los que no lo son. Y permitidnos que veamos influencias temáticas con el libro bíblico del Génesis, y toda la tramoya escenográfica del perfecto Edén (que se desvanece al entrar en contacto, unos personajes con los otros).

La historia, a su vez, liba del género pulp, al presentar roles o estereotipos recurrentes, como es el caso del héroe, el gracioso o el piloto más rápido de la región. Ante ésto, nos viene a la cabeza "La Guerra de las Galaxias" (Star Wars), donde George Lucas introduce la semilla de la caída de un gran Imperio, y el surgimiento de un sistema democrático y republicano que supone la libertad para un pueblo sometido.

Fotografía realizada por Lionel Bonaventure

La obra tiene un ritmo acelerado, sin pausas, narrada ágilmente -algo recurrente en el género pulp-. Sin embargo, ésto mismo hace que no logremos profundizar en la psicología y la perspectiva ético-emotiva que embarga a los personajes del volumen. Y es algo que le quita calidad a una historia que podría haberse desarrollado mucho más pues, en 110 páginas, todo es muy "precipitado", muy frenético..., cuando podría haber sido una historia muy rica y jugosa -a nivel empático y afectivo- con respecto a aquel que la lee.
Pese a ello, la maestría de su autora reside en que consigue narrarnos un universo muy complejo, con  una perspectiva cabal y bien dispuesta, en medio de un argumento  repleto de temas recuerrentes y adictivos, en muy poquito espacio; no obstante, Gil Rey ha declarado su propósito de continuar la novela en base a una trilogía -lo que nos permitirá seguir descubriendo y participando del devenir de esta nueva age revolucionaria, de la que no sabemos qué les deparara con el correr de los tiempos-.

Referencias de esta obra: como anotamos anteriormente, El cuento de la criada de Margaret Atwood, El embrión de Kylie de J.P. Bango o Nosotros de Evgueni Ivánovich Zamiátin, una de las primeras obras impresas censuradas de la Rusia revolucionaria, y que influyó profundamente en todas las distopías venideras, hasta el punto de considerarla la primera "obra pura de la ciencia-ficción" escrita bajo "el telón de acero".


Las semillas que dejamos es un cántico a la libertad, al feminismo y a una madura reflexión social; todo ello, engarzado con el bellísimo tul de una ciencia ficción distópica, muy rica en elementos inherentes al género scifi. Es un claro homenaje a las ucronías -con aire fresco y renovador-, pese a su brevedad y aceleración argumentativa.  



Las semillas que dejamos
(The seeds that we leave)
  • Autor: Lorena Gil Rey
  • Editorial: Wave Books Editorial
  • Colección: Wave Gold
  • Fecha de publicación: 2018
  • Precio: 9,00 € (papel)
  • Páginas: 112
  • Formato: Rústica
  • ISBN: 978-1790713387

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