La imagen desgarrada, el dolor en el cine fantástico contemporáneo - Juan Andrés Pedrero: Historia de dolor y tortura

¿Qué se adscribe al dolor, a qué se adhiere? ¿Qué tiene esa sensación/emoción cruel y despiadada, que tanto perturba a nuestras mentes y, sin embargo, tanto nos fascina?
Quizás sea el hecho de que alimenta a la criatura malévola que reside en nuestras tripas. Y el cine, en concreto el fantástico, no es ajeno al imaginario sensacional del "bestiario humano": estrangulamientos, apuñalamientos, desmembramientos, sodomizaciones, cuentos para niños embozados con máscaras de atrocidad...
Todo ello, erige el montículo en el que descansa La imagen desgarrada, el dolor en el cine fantástico contemporáneo, de Juan Andrés Pedrero, volumen editado por Ediciones El Transbordador y, obra imprescindible para comprender otra peculiaridad más del cine fantástico contemporáneo.
Enciendan una tenue luz, arrópense bajo las sábanas y..., (lo que suceda a continuación, es sólo responsabilidad de ustedes).

Juan Andrés Pedrero es un gran experto dentro del cine fantástico -no olvidemos el increíble ensayo que edificó para Las fábulas mecánicas. Guillermo del Toro, en donde nos adoctrina, en profundidad, acerca de la simbología filmográfica del director-, lo que lo convierte en un reputado escribano y maestro de "lo fantástico"; de aquello que no se aprecia en los simples matices blanco/ negro, dentro de los filmes clásicos de terror y ciencia ficción.

Pues bien, en este ensayo, Pedrero aborda el tema desde el punto de vista del dolor; el dolor como un camino desagradable y hediondo que, las más de las veces, se hace necesario para el desarrollo evolutivo, no sólo de la especie, sino también, del propio e individualizado pensamiento. El autor -que trata de hacer un ágil repaso a "la historia del dolor"-, arranca pues su ensayo remitiéndonos casi a la era cavernaria, y lo finaliza, repasando algunas de las que se estipulan como "escenas más escabrosas" -casi como injertadas en el subsconciente colectivo- del cine fantástico de los últimos tiempos.

Christopher Lee como Drácula

El ensayo se desglosa por entre las diferentes manifestaciones del dolor y el sufrimiento: desde la visión slasher (sangre como elemento predominante para la plena madurez y consecución del acto sexual, que se da en filmes como "La matanza de Texas", "Scream" o "Jeepers Creepers"... y que, de alguna manera, ha ido desbancando al terror weir, por este otro tipo de terror globalizado, casi de casquería, que engloba la visión ética y perturbadora de la mente humana), hasta la atrayente tesis de los "horrores infantiles"o los cuentos de hadas (de terribles moralejas), que tan sólo vienen a encubrir a un mundo despiadado y lóbrego. Éste es el caso de cintas como "El laberinto del fauno" (Guillermo del Toro) o "En compañía de lobos" (Neil Jordan), sin reduccionismo simbólico.

Tal como explica Pedrero, estas historias basadas en tradicionales cuentos infantiles o de hadas, presentan un trasfondo plenamente reflexivo, que se inserta en la psique de los adultos (más que en la de los propios niños), bajo el estandarte de la sexualidad vetada o de sádicas matanzas infantiles, (matando al niño, muere la inocencia).

Fragmento del póster de En compañía de lobos (Neil Jordan)

Retomando los aspectos sexuales, y el placer en general, Pedrero aborda aquellas obras del cine fantástico que buscan fusionar o "hibridar" el dolor y el placer. Quizás "Hellraiser" (obra del Maestro Clive Barker) sea, en este punto, uno de los grandes exponentes referenciales, aunque, existen, sin duda, una amplia variedad de títulos que ahondan en ese "algo antagónico", (sin olvidarnos de citar al arte sangriento del torture porn, en donde los nipones se erigen como claros referentes).

Como se puede apreciar por todo lo mostrado, La imagen desgarrada, el dolor en el cine fantástico contemporáneo plasma una mutabilidad asombrosa del dolor, dentro del imaginario del cine fantástico; desde las escenas en blanco y negro del cine impresionista/romanticista alemán, pasando por el cine de terror gótico, el italiano (sin olvidar el giallo o gore), incluyendo el cine fantástico y de terror de la Universal (de matices más que perturbadores), hasta los títulos más actuales.

Fotograma de Hellraiser (1987)

Como punto negativo: quizá el referirnos al estilo de Pedrero; no por el hecho de ser "escaso"; todo lo contrario pues, el estilo es rico, plagado de imágenes y referencias (que aluden a las diferentes tipologías culturales y artísticas), pero, se echa en falta un lenguaje "más amable" con los que apenas somos neófitos en este ámbito.

La imagen desgarrada, el dolor en el cine fantástico contemporáneo se puede considerar una obra referencial para los amantes del cine fantástico. Un volumen que hará las delicias de todos aquellos enamorados del "ars terroris" (no sólo literario), por sus profusas y dogmáticas referencias, gestadas por la mente de un maestro español en la materia.