Ilustración de Juan Alberto Hernández para la portada de la edición española de The Rust Maidens
El mundo se torna ácimo y gris plomizo, cinéreo y desolador… porque la oscuridad advenida de la herrumbrosa soledad que emboza la carencia de posibles y la ausencia de un futuro, no es sino el terror más desalmado y triste que existe. Y eso, tal cual, con una crudeza cuasi bélica y singularmente lírica, es con lo que vamos a toparnos en esta ingente obra que encomia la esperanza y exhibe, sin pudor, un marcado patetismo. Henchida de sorpresas y horrores, su reconocimiento le llegó el año pasado cuando fue galardonada con el Premio Bram Stoker; y a día de hoy, y gracias al trabajo divulgativo de la Editorial Dilatando Mentes —que ha tenido la deferencia de acercar esta joya al mundo hispanohablante— podemos disfrutar de una obra «extravagante» dentro de la ficción especulativa.
Y así, sin más, bienvenidos seáis todos a la calle Denton…
Por cierto, cuidaos de las doncellas de óxido: ¡son monstruosas!
Tenemos ante nosotr@s una de las obras claves para entender el enfoque creativo de Gwendolyn Kiste, una ingente y prolífica escritora ficcional norteamericana que confiere a sus escritos la exquisitez de mixturar lo macabro con el terror ontológico… y eso es lo que ocurre en The Rust Maidens (Las Doncellas de Óxido), en donde Gwendolyn cincela un mundo inapetente y desalmado que aguarda a todos aquellos que se olvidaron de soñar. Y es «la cuna social», el anhelo del mundo —personificado en las jovencitas de la calle Denton, en Cleveland— el que experimenta —y nunca mejor dicho— la putrefacción que emana de la destrucción de los valores y los ensueños, esos conferidos por el ingrediente acendrado y exótico —a día de hoy— que resulta de «ser humano».
Una humanidad que se deshoja, que se diluye en cenizas y se hace polvo; una humanidad fría y plomiza, decadente, en donde no hay cabida para lo extraño y divergente, para lo que no se ciñe a los convencionalismos sociales de los que, además, pretende escapar. Es lo que le ocurre a Phoebe — en su iniciación a la madurez—, quizás también a Jacqueline… quizás a todas las mujeres que se delinean dentro de esta obra: aprisionadas bajo un opaco glass ceiling social barrier (techo de cristal social) que las absorbe y asfixia bajo las contaminadas aguas del lago Erie.
Ilustración de Daniele Serra
Y así, paso a paso, con un estilo sencillo pero efectista —maravillosos los pormenores de las transformaciones/mutaciones—, sin arcaísmos ni dobleces retóricos, Kiste nos zambulle en una plaga que atenta, precisamente, contra aquellos que llegan a perder su propia identidad: los más desfavorecidos; aquellos que, en compases tristes —casi saboreamos «su» óxido, casi olemos «su» salmuera— se bambolean entre las buenas intenciones y la total ausencia de éstas.
A la par, en esta obra es más que destacable su compleja elaboración escenográfica; es decir: el «decorado» aquí no es algo más, no es un remanente que enmarca, sino todo lo contrario: es un personaje que fluye, que llora, que gotea —edificios como losas que ahogan, ausencia absoluta de medio natural (y el que subsiste, adulterado y sucio)—.
Pese a todo lo expuesto, pese al horror ominoso —intra y extracorpóreo— que The Rust Maidens destila, Gwendolyn recala en la amistad y confraternidad emocional entre personajes como balsa salvavidas para escapar del abismo: melodía poética que hace del terror una auténtica delicia.
En Las Doncellas de Óxido las mujeres mutan, cambian y enmohecen a lo largo de una trama ficcional de horror weird, distópico y terrible… pero también, a lo largo de una obra que es una salva a la ensoñación, a la profunda y sincera hermandad —aquí empoderada sobre «lo femenino»— y a la búsqueda de uno mismo. Porque Gwendolyn Kiste —y en base al humilde juicio de ésta que suscribe— trata, con su obra, de enseñarnos una lección: no importa que no exista luz, no importa que el camino sea oscuro y malicioso si es que en ti yace prendida la llama de la esperanza. Por ello, Las doncellas de óxido es una obra imprescindible para todo amante del género especulativo, pues es «horror poético» … A un tiempo, ficción y vida.
Las Doncellas de Óxido
(The Rust Maidens)
- Autor: Gwendolyn Kiste
- Editorial: Dilatando Mentes
- Prólogo: Antonio Torrubia
- Colección: Línea General
- Fecha de publicación: Marzo 2020
- Precio: 18,95 € (papel)
- Páginas: 308
- Formato: Rústica con solapas
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